El rey bromista
Hace muchos años nacieron dos príncipes. Ambos eran gemelos, pero el que llegó primero al mundo fue declarado heredero del rey... Y éste no se preocupaba en absoluto por los problemas de la gente...
"Un príncipe muy chistoso soy... Y bromas hago donde quiera que voy".
En cambio, el segundo hermano era muy serio y poco hablador... Pero siempre estaba atento a las preocupaciones de su pueblo...
"Soy un príncipe muy serio... Y ayudo a la gente siempre que puedo..."
Cuando murió su padre, el príncipe chistoso fue coronado rey... ¿Y creéis que se preocupó más de la suerte de su pueblo?
Al revés... Ahora que su padre ya no le regañaba, ¡podía hacer lo que quisiera!: montar grandes comilonas con sus amigos, organizar juegos y carnavales con el tesoro real... En fin, que por su culpa el pueblo era cada día más pobre...
Su hermano no era tan egoísta, y era mucho más trabajador... Mientras que el rey bromista se divertía, el príncipe serio ayudaba al país lo mejor que podía...
"Ojalá un día mi hermano sea un rey de verdad, y de los asuntos del reino yo no tenga que cuidar".
Una noche, el rey bromista se pasó de la ralla: se disfrazó de campesino y se fue a una taberna de la ciudad a comer y a beber... Pero cuando llegó a la puerta del castillo se encontró la puerta cerrada... Y dijo al guardia:
"¡Soldado, la puerta abre... Que es tu rey quien tienes delante...!
"¿Quién lo dice? Yo sólo veo a un campesino"... Le contestó el guardia... Al principio, el rey bromista no se preocupó... Siguió bebiendo y bebiendo el resto de la noche... Pero a la mañana siguiente la puerta seguía cerrada... Y le dijo al guardia:
"Soldado, ¡si la puerta no me abres, te meteré en la cárcel!".
El soldado le contestó que si quería entrar en palacio, debía pedir un permiso al rey. Porque resulta que el príncipe serio, su hermano gemelo, se había puesto su corona y ahora era el rey... ¿Y sabéis qué le dijo éste al rey bromista?
"Hermano. Si tu corona quieres tener, un rey de verdad debes aprender a ser".
El príncipe serio prohibió al rey bromista entrar en el castillo por todo un año... Durante ese tiempo se tendría que ganar la vida con sus propios recursos... Así que el rey bromista se convirtió en mozo de cuadra, y su trabajo consistía en limpiar y cepillar a los caballos...
El rey bromista trabajó muy duro durante todo un año... Y durante ese tiempo conoció los problemas de la gente... Y llegó el día en que se volvió a presentar delante de su hermano gemelo, el príncipe serio. Éste le dijo:
"Querido hermano... Un año ha pasado, la lección has aprendido, y tu corona has merecido".
Y el príncipe serio le devolvió su corona a su hermano... Que ya nunca fue conocido como el "rey bromista", sino como el "rey amigo del pueblo".
Moraleja: Todo tiene su momento: la risa, pero también el empeño.