Proyecto Colón

         Quien me conoce sabe que la enigmática personalidad de Cristóbal Colón me ha interesado casi desde el momento en que empecé a estudiar la figura de Leonardo da Vinci. Y ello por dos motivos: porque como a este último, le rodea un halo de misterio, que en buena parte él mismo ha engendrado; y porque existen abundantes indicios que hacen pensar que uno y otro se habrían conocido, de forma directa (es decir, en persona), o indirecta (a través de amigos comunes).

         El personaje Colón es uno de los que ha merecido mayor número de monografías, estudios y biografías. Ello es así porque de forma deliberada ocultó sus orígenes –que tal vez ni sus mismos familiares conocieron-. Españoles e italianos se lo han disputado.

         Desde mi punto de vista (creo dar pruebas de ello) Colón sería un personaje del ámbito cultural catalán (un Colom), perteneciente a una familia de marinos y piratas (los Casanova-Colón), que habría nacido, como afirma la tradición, en Génova (o en la Liguria). Su cultura habría sido catalana (algo que denota su mal castellano cuajado de catalanismos), y muy probablemente tuviera un conocimiento limitado del genovés o del italiano (tal vez lo supiera hablar, pero no lo escribía).

         En una edad temprana se habría trasladado a Cataluña, y junto con sus parientes (los Colom y los Casanova-Colón) habría participado en la guerra disputada, entre los años 1462 y 1472, entre las tropas de la Generalitat y las del Rey Juan II de Aragón. Con posterioridad, y durante algunos años, habría participado en las rapiñas de la flota corsaria de Guillermo Casanova-Colón, al servicio del Rey de Francia Luis XI y del Rey de Provenza René d’Anjou. La otra rama de la familia, los Bertran, se habrían posicionado en el bando realista. Ello le habría permitido, en la etapa final de su vida (ya en España), recibir el perdón de Fernando el Católico, hijo de Juan II.

         Tras la célebre batalla del Cabo de San Vicente, en el año 1476, se trasladó a Portugal, donde –gracias a sus contactos con la Casa Real Portuguesa-, llevó una vida de marino al servicio de este reino. Hacia 1484 se desplaza a España, con un proyecto inédito en su mente (la llegada a las Indias a través del mar de Occidente), y ahí comienza su leyenda.

         Colón habría estado en contacto con importantes familias que tenían intereses en Cataluña y en Italia (sería el caso de los Bertran, y también de los Casanova). Tal vez –como indican algunos signos encontrados en sus cartas- era filojudío. Ahí podemos encontrar un nuevo motivo para la huida de su familia hacia tierras menos hostiles: a Italia.

         Por otro lado, tuvo una relación más o menos estrecha con algunos personajes (de las familia Borja, Geraldini, Vespucci, Yáñez, Giocondo) que asimismo estuvieron en el entorno del pintor florentino Leonardo da Vinci, el cual sintió un vivo interés –aún hoy casi desconocido- por el Descubrimiento del Nuevo Mundo, lo cual es ostensible en el mapamundi de la colección Windsor que se le atribuye.

         En definitiva, estoy convencido de que no se ha dicho todo sobre el oscuro origen de Cristóbal Colón, ni sobre su alineamiento con sociedades secretas en las que –muy posiblemente- también militó Leonardo, ni sobre su vida a caballo entre las dos orillas del Mediterráneo Occidental, las cuales separan Cataluña de Italia.

         El Proyecto Colón que aquí presento es sólo eso: un proyecto. Es una hoja de ruta en una investigación que sólo ha dado los primeros pasos. Se requieren más datos para verificar unas conclusiones que aquí sólo están apuntadas como hipótesis.

 

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