El ADN de Colón

Ya han pasado diez días desde la emisión del célebre documental de Televisión Española, en la oportuna fecha del 12 de Octubre (del 2024), titulado Colón ADN, su verdadero origen. Suficiente tiempo para que el polvo de la polémica se asiente. Creo que ha llegado el momento de dar mi opinión sobre el particular. Y mi opinión es la siguiente: la hipótesis genovesa fue la primera trinchera de la visión particularista de Castilla, para hacerse con el control de la explotación de las Indias, de cara a su exclusivo beneficio (más bien el de sus élites), en detrimento, primero, de los propios pueblos colonizados, y segundo, de los otros pueblos de España que participaron en el descubrimiento y la colonización de América.

Una vez rebasada está primera trinchera, los sectores más cerriles (patrioteros españolistas, propagadores de la fobia anticatalana) han esgrimido una segunda trinchera. Merced a la incomprensible actitud del investigador Francesc Albardaner, que se ha desdicho de su hallazgo del personaje histórico llamado Joan Cristòfor Colom (atribuible a él, y al trabajo posterior de Francisco José Morales Roca), esgrimiendo en su lugar un fantasmagórico linaje -no especificado- de judíos valencianos, los acérrimos patriotas españoles a quienes no les cabe en la cabeza que Colón pudiera tener origen catalán (con lo cual dan la razón a todos los catalanes que se sienten extraños en “su” España), han hecho suya la hipótesis de Albardaner para hacerse fuertes en dicha segunda trinchera: la nueva “trinchera” anticatalana del origen de Colón.

Un ejemplo de la "trinchera".

Pero vayamos por pasos.

El documental de la discordia

Veamos en primer lugar qué dice el documental de marras. Y para ello expondré lo que escribe Televisión Española en su apunte de Internet:

https://www.rtve.es/television/20241010/horario-donde-ver-colon-adn-verdadero-origen/16280367.shtml

Cristóbal Colon fue judío y de esta zona de España. Mira el documental ‘Colón ADN, su verdadero origen’.

Se reescribe la historia, adiós a la teoría de que Cristóbal Colón era genovés.

Ocho tesis son desmontadas, una a una… hasta que se encuentra la coincidencia genética.

13/10/2024 09:12 | actualización 13/10/2024 09:12 horas. Por PALOMA G. QUIRÓS

Colón ADN. Su verdadero origen.

500 años se ha tardado en descifrar la cuna de Cristóbal Colón. Y por fin sabemos de dónde viene el hombre que descubrió América. Colón ADN, su verdadero origen es el documental de RTVE que ha reescrito la historia. El largometraje muestra los 22 años de investigación liderada por el forense y catedrático de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente. Después de examinar cientos de huesos y de documentos, se puede afirmar que Cristóbal Colón era judío.

La primera parte del estudio estuvo destinada a encontrar los restos mortales de Colón. ¿Estaban en Sevilla o en República Dominicana? La ciencia ha confirmado que la sepultura de la catedral hispalense, efectivamente, contiene los restos del almirante. El análisis de los huesos de su hijo Hernando Colón, bien conservados en el mismo templo, ha sido determinante en todo el estudio. Primero porque se pudo comprobar el parentesco padre-hijo y se resolvía una polémica que duraba ya 150 años entre España y el país caribeño.

Segundo, porque el ADN de Hernando ha resuelto el misterio: “Tanto en el cromosoma, ‘Y’ como en el mitocondrial de Hernando, hay rasgos compatibles con origen judío.”

El documental cuenta en clave de true crime el estudio genético paso a paso. De las 25 procedencias posibles de Cristóbal Colón, Lorente y su equipo seleccionaron las ocho tesis más plausibles. Una a una, las hipótesis son presentadas con las razones documentales e históricas que las apoyan, de tal manera que el espectador empieza a dar por bueno cada planteamiento, hasta que el ADN desmonta casi todos.

La línea de investigación liderada por el catalán Fracesc Albardaner, expresidente del Centre d’Estudis Colombins de Barcelona, resulta ganadora en este trabajo, que ha planteado la investigación como una competición entre las distintas teorías existentes. Lorente afirma rotundamente que Colón era judío y lo sitúa en una zona geográfica concreta: “Ubicación geográfica: Mediterráneo occidental. Toda esta parte.”

El ADN demostraría que Colón no era genovés.

Teniendo en cuenta que los genes acotan el origen al oeste del Mediterráneo, Regis Francisco, director del documental, tira de historia para justificar la hipótesis: “El origen de los judíos sefardíes es Sefarad. Y Sefarad es el nombre en hebreo que designa a la península Ibérica en lo que hoy es España. Vivían alrededor de 200.000 judíos en la época de Colón. En la península itálica, se estima que vivían tan solo entre diez y quince mil. Donde sí había una población judía mucho mayor era en Sicilia, donde vivían alrededor de 40.000. Pero recordemos que Sicilia, en la época de Colón, pertenecía a la Corona de Aragón.”

El investigador catalán está convencido que los resultados de ADN descartan ya por completo la historia de que Colón era italiano, de Génova: “Todos los historiadores importantísimos de Italia, todos, han escrito negro sobre blanco que es imposible que este, nuestro Colombo, fuese judío. O sea, hay una incompatibilidad total. Toda la teoría de Colón genovés entra en crisis si se acepta que Colón es judío.” ¿Y por qué? Según explica Albardaner Génova había expulsado a los judíos en el siglo XII: “No había ni personas, ni comunidad, ni sinagoga, ni nada de nada. Los judíos sólo podían ir a permanecer en Génova tres días para hacer negocios y luego se tenían que marchar.”

Además, como señalan incluso los defensores de otras teorías españolas, todas las cartas que se conservan de Colón, y son muchas, están escritas en castellano, y nunca se aprecia ni una sola influencia o palabra italiana. Es más, se escribía con el banco de Génova en castellano.

La investigación del doctor Lorente viajó hasta Italia para realizar estudios genéticos allí. Tomaron muestras de varones apellidados Colombo que viven a día de hoy en la zona del norte, entre Génova y Milán, esperando hallar coincidencias en el cromosoma ‘Y’. Pero los resultados que obtuvieron fueron totalmente inesperados. Los Colombo italianos no tienen rasgos genéticos parecidos entre sí ni por asomo. Dice Lorente que se debe a que en el siglo XV el apellido Colombo se le otorgaba a los niños que eran abandonados en iglesias y conventos. Un apellido perfecto para esconderse, plantea el documental.

No es el único enigma que trata el largometraje. El ADN ha demostrado que Colón mintió. Diego, su hermano, no era tal. Según los cromosomas eran parientes, pero de quinto de grado, algo así como un primo segundo.

Lo que está claro y comparten todos los estudiosos es que Colón jamás hizo constar nada de su pasado. Según Bartolomé de las Casas, quien mejor estudió su figura por ser cronista de la época, Colón nunca hizo referencia a su procedencia.

A Colón lo tenemos por buen cristiano, según los libros de Historia, pero Albardaner, apoyado por la genética, ve respaldada su teoría: “¿Por qué Cristóbal Colón tuvo que ocultar su identidad? Pues por un motivo mucho más fuerte que el hecho de que fuera de clase humilde. Los judíos estaban viviendo la persecución más grande desde que se habían asentado en la Península Ibérica. Muchos se vieron obligados a convertirse al catolicismo. Otros se vieron obligados a emigrar a ciudades como Lisboa, que fue precisamente donde vivió durante varios años Cristóbal Colón. Y en el año 1492 se da un ultimátum. Todos los judíos que no se conviertan al cristianismo deben abandonar los dominios de los Reyes Católicos.”

El investigador se aventura aún más: "Cristóbal Colón, toda su vida, tuvo que aparentar que era cristiano, católico, apostólico y romano. Si hubiese cometido un error, este hombre hubiese acabado en la pira, en un auto de fe; pero estaba protegido por los reyes. Entonces la Inquisición lo respetaba”.

Francesc Albardaner siempre defendió además de la teoría judía que Colón era valenciano: “Nace en una familia de tejedores de seda de Valencia, donde había una larga tradición dentro de la comunidad judía de tejedores de seda. Como se está diciendo, Colón era judío, judío de cultura, judío de religión, judío de nación aquí y sobre todo de corazón, porque este hombre rezuma judaísmo en sus escritos.”

El siguiente enigma que queda por esclarecer es cómo Colón consiguió llegar hasta Juan II de Portugal o hasta los Reyes Católicos para plantearles una aventura carísima y arriesgada. “La respuesta es clara – asegura el catalán – porque hubo muchos judíos y judíos conversos que le ayudaron, entre ellos el duque de Medinaceli, con el que convivió varios años. Y por supuesto, Luis de Santángel, que era algo así como el ministro de Finanzas del rey Fernando el Católico, y que financió personalmente la expedición a América, dando un grandísimo aval a Cristóbal Colón.” También lo apoyó Andrés Cabrera, consejero muy afín y encargado de las cuentas de Isabel La Católica. “Eran todos de un grupo que se protegían.”

Descartadas todas las teorías, gallegas, portuguesas, mallorquina, vasco-navarra y castellana, José Antonio Lorente se atreve a elegir la teoría judía mediterránea: “El ADN indica que Cristóbal Colón tuvo un origen mediterráneo en el Mediterráneo occidental. Claro, ¿qué ocurre?. Que si en Génova no había judíos en el siglo XV, las probabilidades de que sea de ahí son mínimas. Tampoco había una gran presencia judía en el resto de la península itálica, con lo cual lo dejaríamos muy tenue. No existen teorías sólidas ni indicios claros de que Cristóbal Colón pudiera ser francés. ¿Qué nos quedaría?: el arco mediterráneo español. Las Islas Baleares y Sicilia. Pero Sicilia también sería extraño, porque si no Cristóbal Colón habría escrito con algunos rasgos italianos o del idioma siciliano, con lo cual lo más probable es que su origen esté en el arco mediterráneo español o en las Islas Baleares, que en aquella época pertenecían a la Corona de Aragón.”

Total: Colón no puede-no debe ser catalán.

En definitiva, el nuevo patrioterismo excluyente y anticatalán se ha agarrado a la hipótesis de Francesc Albardaner, sobre su hipotético origen valenciano. A este respecto, la periodista de La Vanguardia Sílvia Colomé, de forma valiente y yo diría atrevida, ha puesto un poco de sentido común en este panorama de “cuñadismo” desaforado, por lo que se refiere al tema colombino. He aquí su artículo, del día 15 de Octubre del 2024:

https://search.app/upX7QDsdGXKHWkT59

Colón catalán, de eso ni hablar

Sílvia Colomé

15/10/2024 00:30 Actualizado a 15/10/2024 08:35

La expectativa era elevada. Y más de cinco millones de personas siguieron el documental Colón ADN. Su verdadero origen, con el que La 1 ponía la guinda al despliegue televisivo realizado con motivo del día de la Hispanidad. Con una bandera española como mosca en la esquina superior derecha de la pantalla, pudimos asistir en cien minutos a una investigación de la Universidad de Granada, liderada por el catedrático de Medicina Legal José Antonio Lorente, que ha durado más de veinte años y que prometía dar respuesta a uno de los grandes interrogantes de la historia: el verdadero origen de Cristóbal Colón. Pero no nos engañemos, el resultado no ha satisfecho a casi nadie.

El documental 'Su verdadero origen' confirma que Cristóbal Colón era un judío sefardí de la Península Ibérica.

Tras desvelar mediante el ADN que los restos enterrados en la catedral de Sevilla corresponden al almirante y a su hijo Hernando, el forense Lorente decidió dar otra vuelta de tuerca al asunto cotejando estos resultados con ocho de las diversas teorías que existen sobre su identidad. Que si era gallego, mallorquín, portugués o castellano. Incluso se planteó la posibilidad de que fuera agote. En cambio, ni tan solo se estudió una de las múltiples teorías que existen sobre su catalanidad. Y no me refiero a la tan desacreditada de Jordi Bilbeny. Que Colón podría ser catalán ya lo decía el historiador peruano Luis Ulloa hace un siglo. O Ricard Carreras i Valls, director técnico del Archivo Histórico Notarial de Barcelona a principios del siglo XX. Solo por citar dos ejemplos que vienen de lejos.

Story Producciones planteó un guion que se acercaba más a la telerrealidad que a un estudio científico, convocando a los defensores de las diferentes teorías para irlos eliminando uno a uno, al estilo Gran Hermano. La comunidad científica tampoco comulga con los resultados expuestos. Y pocos expertos quieren manifestarse a la espera de que se publique la investigación en una revista científica. Los italianos, por cierto, no se han tomado nada bien el descarte de Génova.

Como todo buen show, el momento álgido llegó al final, cuando Lorente desveló que el ADN de Colón es compatible con un origen judío sefardí procedente de la costa mediterránea de la península Ibérica, lo que, como mínimo, lo sitúa en el reino de Fernando, ese que llamamos catalano-aragonés. Eso sí, se especuló sin más que el descubridor de América seguramente sería valenciano. Y es que lo de que el gran pilar de la Hispanidad (que firmaba como Colom y cuyos escritos en español estaban repletos de catalanadas) pudiera ser catalán sería demasiado para terminar el día de una Fiesta Nacional que ya amaneció con tormenta. ¿Seguirán investigando o mejor dejarlo aquí?

Mi propia postura sobre el tema.

Sobre todo esto, como autor del libro Colón, su verdadera identidad al descubierto, tengo algo que decir. Por supuesto, es imposible “entrar al trapo” por lo que se refiere a todos los aspectos que se dilucidan aquí. Para tener una idea genérica sobre mi postura, léase mi artículo Los puntos fuertes de mi teoría sobre Colón. Sólo expondré un epígrafe en el que sintetizo lo que se sabía de los estudios genéticos del profesor Lorente cuando redacté mi obra. Dice así:

El origen genético de Cristóbal Colón

Un intercambio de mensajes me hizo reparar en un detalle al que no he prestado suficiente atención: los resultados de las pruebas de ADN sobre los restos de Cristóbal y Diego Colón. Puesto que éstos pueden decirnos mucho sobre su verdadera identidad. Así que leí un artículo recopilatorio, el cual es un buen resumen de estos análisis. Se titula «Estudio del ADN y de los huesos de Cristóbal y Diego Colón». Fue escrito por Guillermo García de la Riega Bellver (quizás descendiente del Celso García de la Riega que planteó la hipótesis del «Colón gallego»), y publicado en «Pontevedra Viva» el 16 de agosto del 2018.

En dicho artículo el autor dice lo siguiente, por lo que se refiere a los resultados del análisis de Juan Antonio Lorente, director del Laboratorio de Genética Forense de la Universidad de Granada: Los huesos [de Cristóbal y Diego Colón] tienen exactamente una antigüedad de 500 años. Al comparar la secuencia del ADN mitocondrial de Cristóbal con la de los restos de Diego Colón, hermano del Almirante, la conclusión no ofrece la menor duda: son hijos de la misma madre. Al profundizar en este estudio del ADN mitocondrial, el material heredado de la madre, esa primera impresión se ha consolidado. «En los fragmentos de ADN mitocondrial de Diego Colón que se han podido analizar [...] hay una identidad absoluta, lo cual es propio de una relación maternofilial, es decir, de dos hermanos». Por comparación del cromosoma Y de Hernando Colón, hijo del Almirante, y del Cromosoma Y de Cristóbal Colón, se comprobó que el ADN es idéntico, por tanto Cristóbal Colón era su padre. 

Y a continuación expone una serie de conclusiones: Que Diego Colón y Cristóbal Colón son hermanos por parte de la misma madre (análisis de ADN mitocondrial); que no se ha podido analizar el Cromosoma Y de Cristóbal y de su hermano Diego, con el cual se podría deducir si eran hijos del mismo padre, pues la composición de dicho Cromosoma Y debe estar deteriorada, por lo cual no se pudo realizar la comparativa; que Hernando Colón es hijo de Cristóbal Colón, según apunta el Cromosoma Y, el cual dio resultados positivos.

Por lo que sabemos («Cuatro huesecillos “del tamaño de una almendra” para conocer el origen de Colón gracias a una investigación de la Universidad de Granada», Diario de Sevilla, 19 de mayo del 2021), sólo quedan del Descubridor cuatro huesecillos «del tamaño de una almendra», siete de Fernando Colón, y doce de Diego Colón. Hasta el momento no se ha investigado en profundidad el Cromosoma Y (que se hereda por línea masculina) porque habría que destruir demasiado hueso. Además, «no es seguro que podamos tener ADN en cantidad y calidad suficientes. Tampoco se obtendrá un DNI con los datos de nacimiento del Almirante». Sea como sea, el proceso de investigación, por lo que se refiere a su supuesto origen genético, parece estar bloqueado.

De todos modos, el estudio genético nos permite afirmar que Cristóbal Colón y su hermano Diego son hijos de una misma madre, y que Colón es padre de Fernando Colón. Pero no podemos saber si Cristóbal y Diego son hijos de un mismo progenitor. Es evidente que si el clérigo Francesc Colom fuera su padre, sería imposible que también lo fuera de Diego. Sí sabemos, en cambio, que la madre biológica de Cristóbal Colón también lo era de Diego (su hermano menor), y por tanto —presumiblemente— también de Bartolomé.

En definitiva, con lo que sabía entonces (durante la redacción de mi obra) y con lo que sé ahora he llegado a las siguientes conclusiones:

1) Si Diego y Cristóbal comparten la misma madre, pero no el padre, encaja con la identidad de Joan Cristòfor Colom, con padre eclesiástico (Francesc Colom i Bertran) y madre judía conversa (Maria la Cavalleria). Su nacimiento en Génova (que no dudo que sucedió) lo convirtió en hijo adoptado de otro padre: el padre de Diego y Bartolomé (tal vez el padre adoptivo de Colón sería Jacobo Casanova).

2) Los genes de Colón son del Mediterráneo occidental, y Colón es genéticamente judío. Para encontrar confirmación de ello, léase mi artículo  Los puntos fuertes de mi teoría sobre Colón.

3) Pero al contrario de lo que se establece en el documental, Joan Cristòfor Colom, el Colón histórico según mi teoría, tiene un vínculo estrecho con Génova. Mi libro, lejos de quitarle peso a Génova, le da aún más. No tengo duda de que Colón nació en Génova como dice él y sus contemporáneos. Seguramente pasó allí sus primeros años, y estudió en Pavía, como afirma su hijo. No escribió en italiano, pero tampoco en francés y portugués, que eran lenguas que sin duda dominaba. Tuvo un trato intenso con los Casanova de Génova, con los Spínola, los Centurione, los Di Negro y los Pinelo, personajes fundamentales en su vida, de los que hablo en el libro. Génova no ha perdido a Colón. Lo ha ganado de otra manera, y de forma más intensa. Creo que hay que dejarlo claro. No hacerlo sería tan injusto como el hecho de robarlo de su entorno cultural catalano-valenciano-balear.

En definitiva, como comprobará cualquier persona que lea el libro Colón, su verdadera identidad al descubierto, el Colón que aparece tras los estudios genéticos del profesor Lorente encaja perfectamente con el perfil de Joan Cristòfor Colom, hijo de clérigo y de judía conversa (descendiente asimismo de judíos por parte de su abuela paterna), adoptado en Génova (dónde nació) por un miembro de la familia Bertran, que allí se hacían llamar Casanova (su abuela Caterina era una Bertran). Su familia paterna, con cinco almirantes en su haber (que aparecen como cinco anclas en su escudo personal), le habría facilitado una educación esmerada, que incluía el conocimiento del latín y nociones de hebreo. Su lengua vernácula era el catalán, pero tenía un buen conocimiento del castellano, así como del italiano, del francés y del portugués; estas tres últimas de forma oral, no escrita. Hizo estudios eclesiásticos (lo que explica su buen nivel del latín escrito y su profundo conocimiento de las Sagradas Escrituras), y se enroló en las actividades marineras merced a sus contactos familiares. Fue corsario al servicio del Condestable Pedro de Portugal, durante la guerra civil catalana de 1462-1472, y posteriormente al servicio del vicealmirante francés Guillermo de Casanova Colón (a quien el cronista Jerónimo Zurita llamaba simplemente Colón), el cual era tío suyo. Residió en Italia sus primeros años, y posteriormente se trasladó a Cataluña, donde se tonsuró en 1451, y donde en 1455 recibió dispensa para ejercer cargo eclesiástico. Durante diez años residió en Francia, hasta 1476, primero en Marsella (bajo el reinado del rey René d’Anjou, que él llama Reynel), y posteriormente en Normandía. En agosto de 1476, con el desastre de la batalla del Cabo de San Vicente, en la que desvalijó a sus familiares y amigos genoveses (los Casanova, los Spínola, los Di Negro y los Centurione) de una valiosa carga de almáciga, y tras una masacre de 1000 marineros muertos entre el bando franco-portugués y el bando genovés, se refugió en Portugal, y posteriormente en Castilla, repudiado por su familia de adopción (los Bertran-Casanova genoveses) y por sus amigos de la misma nación (los Spínola, Di Negro y Centurione, a los que alude en su testamento de 1506). Aquí comienza su periplo plenamente conocido -y aceptado- por todos.

Ésta es mi teoría, que desarrollo en mi libro. Quien esté dispuesto a conocerla, sin prejuicios previos, no tiene más que leer la obra. Hasta que no se halle un Joan Cristófor Colom que ejerciera como eclesiástico en esa época, o en cualquier otro oficio, que sea familiar de los Colom y los Cavalleria, seguiré considerando que este personaje es el Colón histórico.

Por cierto, en mi libro escribo (página 259):

Colón bautiza de forma consecutiva a dos islas con nombre de vírgenes representativas de Castilla (Virgen de Guadalupe) y de Cataluña (Virgen de Montserrat). Ello no es casual. Es evidente la voluntad, una vez más, en su segundo viaje de exploración, de rendir homenaje a las creencias más enraizadas de los dos reinos que vertebran España, representados por sus respectivos reyes: Castilla y Aragón. En este sentido, Colón puede ser definido como uno de los primeros españoles sinceros, no obstante su catalanidad y su lucha contra el rey Juan II (padre de Fernando el Católico), cuando este proyecto era un bello ideal.

Y asimismo (página 301):

Colón, al referirse a sus exploraciones, siempre alude a España. Por ejemplo, en su carta a Rafael Sánchez [sic.] (Epistola Christofori Colom) escribe: «Para que reciban la fe de Jesucristo, y para que esten mas dispuestos é inclinados al amor y obediencia al Rey, á la Reina, á nuestros príncipes y á todos los españoles […]». En el relato del 12 de noviembre, durante su primer viaje a las Indias, menciona la frase «todos los pueblos de España»; el 24 de noviembre escribe «todas las naos de España». En la carta a Juana de la Torre (ama del Príncipe Don Juan), escribe: «Yo debo de ser juzgado como capitán que fue d’España a conquistar fasta las Indias a gente belicosa […]». Pero es en un memorial del año 1500 donde expresa más claramente su adscripción a la idea de España, no a su servicio activo en beneficio de Castilla: «Mas non fuera de Castilla adonde se juzgarán mis fechos, y seré juzgado como a capitán que fue a conquistar de España fasta las Indias».

Quede esto claro a los que pretendan tildarme de “antiespañol”.

 

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