El Burlador (el Trickster)
Temas principales:
Trickster (burlador): (1-1), (1-2), (1-3), (1-4), (2-1), (2-2), (2-3), (2-4), (2-5), (2-6), (3-1), (3-2), (3-3), (4-1), (4-2), (5-1), (5-2), (5-3), (5-4).
Shape-changer (transformista): (1-2), (1-4), (2-3), (2-4), (2-6), (3-3), (4-1), (4-2), (5-2), (5-4).
Análisis:
El trickster, o “burlador”, en mitología, es un personaje aficionado a la broma: es indócil, y a menudo indómito. Los “tricksters” son ingeniosos y rebeldes, y pueden actuar por motivos egoístas o filantrópicos, pues no se adecúan al orden establecido e ignoran las convenciones; en cierto modo podríamos decir que se sienten ajenos a lo que convencionalmente se denomina como bueno o malo. Pueden tener una líbido acentuada (muchas de sus artimañas las aplican para conseguir los favores sexuales de algún dios-diosa o mortal), pero en otras ocasiones se sacrifican por un impulso altruista. Es el caso de Prometeo, un arquetipo de aquellas figuras mitológicas o religiosas que se inmolan para aportar al mundo algún bien preciado: si es un profeta o Mesías, la Salvación; si es un “héroe civilizador”, el acceso a la luz (la creación de las luminarias que conocemos como el Sol y la Luna), o bien la adquisición del fuego o de otros avances culturales. Pero amén de ser creativos, o benéficos, los efectos de sus acciones pueden ser imprevisibles (o destructivos): es el caso de Loki, que después de recuperar las manzanas de la inmortalidad que él mismo había contribuido a robar, sume al mundo –con sus maquinaciones- en la destrucción (el Ragnarok). Está claro que ni siquiera el “trickster” puede hacer burla del Destino, pues éste determina que el Universo esté condenado a un ciclo de creación-destrucción permanente, como sucede también con los mortales o con los mismos dioses.
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