La rodilla de Hércules
En mi artículo Unos gozos a María Magdalena (y Leonardo) escribí:
Leyendo el libro El enigma de la gran pirámide, de André Pochan, he dado con lo que creo que podría ser la solución del "enigma de la vírgula", y su asociación con Isis.
En la cámara subterránea de la pirámide de Keops existen, en el techo, unos extraños símbolos con forma de "vírgula", pero con trazos rectilíneos. El autor (André Pochan) les concede una importancia especial.
En el techo de la cámara subterránea de la pirámide de Keops, en Guiza, aparecen unos símbolos rectilíneos en forma de vírgula.
Esos símbolos se hallan, asimismo, en la vecina pirámide de Kefrén:
En la vecina pirámide de Kefrén se hallan unos símbolos similares.
Ello, desde mi punto de vista, demuestra que a lo largo de los milenios, al menos desde los tiempos de los egipcios, se ha preservado el símbolo de la "vírgula" como emblema de algo que tiene relación con la feminidad. No es extraño que en la pirámide de Keops la vírgula se pueda encontrar en un espacio subterráneo tipo "cripta", que es llamado popularmente, entre los expertos, el "caos". Puesto que la "diosa" siempre se ha asociado a la caverna, al recinto subterráneo, y a las aguas.
El hecho de que durante tantos miles de años (desde el Antiguo Egipto, pasando por el simbolismo recogido por Leonardo, hasta los modernos diseñadores y compiladores de "gozos", en este caso a María Magdalena) se haya preservado dicho símbolo expresa de forma clara y evidente que ha existido -y tal vez aún exista- una "cadena de iniciados" que ha conservado un residuo de la tradición universal, el cual ha llegado hasta nuestros días.
El mismo autor afirma que la sala subterránea conocida como el "caos" podría haber sido un recinto de ceremonias del culto isíaco (a la diosa egipcia Isis; véase mi libro Temas de Historia Oculta [2]. Las doctrinas prohibidas:
De acuerdo con André Pochan, el culto isíaco, ya en tiempos del Imperio Antiguo en Egipto, estaría en la base de la moderna masonería. Este autor considera que la cámara subterránea de la pirámide de Keops, en la meseta de Guiza (Egipto), burdamente tallada, hasta el punto de ser considerada una representación del “caos” primordial, tenía “un papel primordial en las ceremonias de la iniciación isíaca”. En definitiva, la pirámide no sería un cenotafio (los sarcófagos que contiene suelen estar vacíos), sino un “lugar de iniciación”. ¿Y en qué consiste ésta? Siguiendo a Pichon, que a su vez cita al sabio J. Bruchet: “La iniciación es una muerte acompañada de la resurrección y de una nueva vida”. El célebre mito de Osiris, que muere asesinado por su hermano Seth y es resucitado a través de la magia de los ritos isíacos, ilustra este rito de “muerte-renacimiento”.
En definitiva, habría existido un culto a la "diosa" que tendría raíces antiquísimas, y que tiene como uno de sus emblemas más importantes la "coma", o la "vírgula". Este culto, y este símbolo, habrían llegado hasta el día de hoy (Unos gozos a María Magdalena (y Leonardo)).
La vírgula, representación de la "rodilla de Hércules
¿Pero cuál es el origen del símbolo conocido como "vírgula? Trabajando en mi obra Temas de Historia Oculta [2]. Las doctrinas prohibidas, en concreto, en el capítulo El lenguaje de los símbolos, he llegado a la conclusión de que la "vírgula" podría ser una reminiscencia de un pasado muy remoto, que se podría remontar a 12.000 años atrás, en el tiempo en el que iota Hércules era la "estrella polar" alrededor de la cual rotaba el horizonte celeste. He aquí un extracto del capítulo El lenguaje de los símbolos, de Temas de Historia Oculta [2]. Las doctrinas prohibidas:
De acuerdo con Juan Antonio Belmonte, en su libro Las leyes del Cielo, el polo celeste atravesó la constelación que hoy llamamos Hércules (fue identificada como tal hacia el siglo V aC.) aproximadamente entre el IX y el VII milenio aC. Esta constelación representa a un personaje arrodillado, que podríamos caracterizar como un gigante (sea éste Hércules o Atlas). Dicha figura mitológica hace pensar en el undécimo trabajo del Heracles griego, cuando descargó momentáneamente a Atlas del peso de la bóveda celeste mientras éste iba en busca de las manzanas de las Hespérides.
Atlas Farnesio. Nótese como tiene la rodilla agachada (a duras penas puede soportar el peso del firmamento).
Está claro que dicho mito es anacrónico, pues es muy posterior a los tiempos en los que la constelación de Hércules se hallaba en las proximidades del Polo septentrional (si bien Herodoto, en su Historia, nos dice que Heracles vivió 17.000 años antes del reinado del egipcio Amasis). Pero fijémonos en la forma de la L (o Γ) que conforma la pierna flexionada del Hércules zodiacal. Ésta tiene un aspecto muy distintivo, que hubiera llamado mucho la atención hace 12.000 años, cuando el Polo se hallaba en Iota (i) Hércules.
Hace 12.000 años alrededor de la estrella polar del momento (iota Hércules) rotaba una figura en forma de gamma (Γ), la cual representa la "rodilla de Hércules". Ésté podría ser el origen de la esvástika, también conocida como "cruz gamada".
La esvástika es un signo complejo que combina dos ideas: la centralidad (el polo) y la rotación (en torno al polo). Haría alusión a la rotación de la llamada "rodilla de Hércules" en torno al polo celeste (que hace doce mil años estaría constituido por iota Hércules).
Representación del polo celeste en un mosaico romano (Ostia). En él convergen las columnas (los atlantes) que sostienen el firmamento.
El polo celeste varía en función de la "era precesional". En estos momentos se encuentra en la constelación de la Osa Menor. Hace 12.000 años se encontraba en la constelación de Hércules.
Imaginemos que somos habitantes del Hemisferio Norte, 12.000 años atrás. ¿Acaso no nos llamaría la atención esta gamma circundando el eje central de i Hércules? Hace unos 12.000 años tuvo lugar el deshielo que supuso el fin de la última Era Glacial. Hoy se sabe que ello supuso un desastre sin paliativos que provocó la extinción del setenta por ciento de las especies de mamíferos, un súbito descenso de la población humana, y un cambio dramático del clima y de la vegetación en la mayor parte del planeta. En pocas palabras, el fin de la Era Glacial marca un fenómeno catastrófico que distintas culturas del mundo han venido a llamar algo así como la “caída del Cielo”.
Eso mismo (la “caída del Cielo”) es lo que expresaría la figura del Atlas agachado, sosteniendo la bóveda de los cielos. De hecho, Atlas deriva de las palabras griegas a (no) y tla (sostener), y alude a la imposibilidad, por parte del Titán, de aguantar el peso de la bóveda celeste, que acabó desplomándose sobre la superficie de la Tierra; con las consecuencias ya conocidas: el fin de la civilización primordial, el Diluvio, y el comienzo de un nuevo ciclo, o era, en la Historia de la Humanidad.
Existen numerosas figuras, en forma de petroglifos, que aluden al héroe, o gigante, que sostiene la bóveda de los cielos (el atlante). Las encontramos en Val Camonica, en los Alpes italianos (con una antigüedad de varios miles de años), o en el arte griego, mesopotámico y mesoamericano. El célebre Atlas Farnesio representa a aquél en una posición flexionada. Se diría que su pesada carga está a punto de caer.
Representaciones, en Val Camonica (Italia), de figuras en actitud de orar, o de aguantar un peso o carga (tipo "atlante"). Nótese la similitud con un grafo de la escritura "tifinagh", característica del Norte de África (véase más abajo). Véase también que esta figura está asociada al laberinto (que a su vez lo está a la diosa madre).
Se me objetará que Hércules fue al país de Hesperia, situado en Occidente. Pero no todos los mitógrafos antiguos se ponen de acuerdo. Según Apolodoro (II, 11): “Cuando los trabajos [de Hércules] hubieron sido ejecutados… Euristeo ordenó a Hércules, como su undécimo trabajo, recoger las manzanas doradas de las Hespérides… Estas manzanas no estaban, como algunos dicen, en Libia, sino en Atlas, entre los hiperbóreos”.
¿No es más lógico pensar que el lugar donde Atlas sostiene la bóveda celeste se encuentra en el Polo, no en una latitud más meridional? Eso es lo que podemos ver en el mosaico de Ostia del que ya hemos hablado. Es muy posible que los antiguos (los romanos y los griegos) asociaran la noción del lugar central, y del Polo, a la esvástika, porque compartían la visión de que Atlas estaba en realidad en Hiperbórea (el extremo Norte), no en la Hesperia de Occidente.
Sea como sea, creo poder demostrar: 1) que el símbolo de la esvástika es muy antiguo, contemporáneo quizás del fin de la Era Glacial, hace unos 12.000 años; 2) su universalidad se explicaría por el pasaje mítico que los hebreos llaman Éxodo, el cual coincidiría con la dispersión de los supervivientes de la civilización primordial que acuñó este icono; 3) la esvástika aludiría al Diluvio, o al fin de la Atlántida (a-tla, no sostener).
De este modo, la rodilla flexionada, en forma de gamma (Γ) que rota alrededor del Polo (i Hercules), constituiría un recordatorio, para generaciones posteriores, del fin de un ciclo, y del comienzo de otro nuevo. De ahí que, como sostiene Guénon, el significado de la esvástika va mucho más allá de su asociación al Sol, a la “buena suerte”, o al “bienestar”. Es, sin duda, el símbolo fundamental de la Tradición Primordial, y el tesoro oculto de los verdaderos iniciados (no sólo los masones).
Desgraciadamente, los nazis lo convirtieron en un fetiche de sus particulares aberraciones genocidas y criminales. El tiempo, y el conocimiento de los hechos precisos, han puesto a cada uno en su lugar; y han limpiado a este símbolo venerable de la escoria de un uso indebido.
En definitiva, ¿a qué conclusión podemos llegar a la luz de lo visto más arriba? Obsérvese de nuevo los glifos de las "vírgulas" en las pirámides de Keops y de Kefrén, en la meseta de Guiza. Si es cierta mi teoría de que podrían representar, en realidad, la "rodilla de Hércules", que rotaba (12.000 años atrás) alrededor de iota Hércules, eso podría decir dos cosas: en el momento en que se construyeron dichas pirámides, existía el recuerdo del Diluvio, asociado a esa fecha; o bien, las pirámides fueron construidas en torno a esa fecha, constituyendo la "rodilla de Hërcules" un signo que clarificaría su datación (supuestamente, 12.000 años atrás).
¿Es ello un sinsentido? Lo sería si no existieran otras pruebas colaterales que podrían afirmar esta posibilidad. La principal de ellas, es la existencia de una inscripción, en alfabeto tifinagh (o líbico), en la antigua puerta de entrada de la pirámide de Keops (llamada habitualmente "siringa", con el sobrenombre de "horizonte luminoso"). Que yo sepa, pocos estudiosos han atendido a esta curiosa circunstancia.
Inscripciones en la antigua puerta de entrada de la pirámide de Keops. Compárese con la antigua escritura tifinagh (arriba a la derecha).
Las inscripciones tifinagh en el Tassili, en el centro del Sahara, están acompañadas de curiosos dibujos de una cultura muy floreciente, datada unos 9.000 años atrás (si atendemos a la antigüedad de su cerámica, del VIII milenio aC.).
En el centro del Sahara se pueden encontrar inscripciones en escritura tifinagh acompañando petroglifos y pinturas alusivas a una cultura ganadera altamente evolucionada, por lo que se desprende de sus ropajes y peinados altamente refinados. Esta civilización debió existir antes del cambio climático que supuso el desecamiento del Sahara. Hace en torno a unos 9.000 años, esta área estaba constituida por vastas praderas, favorables para una ganadería extensiva (que podría haber coadyuvado al desecamiento de la zona), con profusión de ríos y grandes lagos.
Las pinturas del Tassili aluden a una cultura altamente refinada.
La cultura de Tassili era eminentemente ganadera.
La cultura del Tassili floreció hace unos 9.000 años (e incluso más), cuando el Sahara era una gran pradera surcada por ríos y ocupada por extensos lagos.
El recuerdo de ese Sahara desaparecido miles años atrás llegó a la antigüedad clásica. En los mapas del astrónomo alejandrino Ptolomeo aún aparece representado con sus ríos y sus lagos (de los cuales sólo se conserva el lago Chad).
Es posible que quienes construyeron las pirámides de la meseta de Guiza simplemente aludieran a unos hechos sucedidos 12.000 años atrás. El signo en forma de vírgula (que supuestamente daría lugar al símbolo conocido como "esvástika") podría ser únicamente un recordatorio de ese suceso. En definitiva, no es una prueba de antigüedad. Pero al igual que los mapas de Ptolomeo, ello puede indicar que los egipcios tenían muy vivo en la memoria el recuerdo de un cataclismo sucedido (quizás) 12.000 años atrás, como los sacerdotes de Sais explicaron a Solón hacia el año 590 antes de Cristo.
O, quién sabe, los mismos que escribieron las inscripciones en el Tassili, con su distintivo alfabeto tifinagh, en unos tiempos en los que esa zona era un lugar fértil poblado de ganado y de prósperas civilizaciones, tal vez realizaron la inscripción en la llamada "siringa" de la pirámide de Keops, y plasmaron esos signos en forma de vírgula para aludir a ese tiempo (12.000 años atrás) en los que la "rodilla de Hércules" rotaba en torno al polo celeste.
Sea como sea, los egipcios conocían a sus pirámides con el nombre de "mer" (mr, con el significado de escalera). Y no olvidemos que los pueblos de Oriente llaman Meru a su montaña sagrada, y que "merom" es el nombre que los hebreos otorgan a la montaña. ¿Es acaso la pirámide de Keops el símbolo en piedra de la montaña primordial, el polo (Atlas) en el que hace 12.000 años rotaba la esfera celeste?
El trisquel y la trinacria: las tres piernas
Un lector (Diego Méndez) muy amablemente me ha hecho una observación que atorga credibilidad, y peso probatorio, a la teoría del origen de la esvástika expuesta más arriba (recuérdese: como reliquia de aquel momento, 12.000 años atrás, en que la "rodilla de Hércules" rotaba alrededor de la estrella polar del momento: iota Hércules).
Concretamente me ha enviado el siguiente link, en el que se habla de una serie de geoglifos en Kazajastán, fotografiados por la Nasa, con -supuestamente- al menos 8.000 años de antigüedad.
Geoglifo en Kazajastán. De su extraña forma hablo más abajo.
Nótese la curiosa forma de esta esvástika, en forma de trisquel complejo, a la que haré referencia más abajo. Ahora sólo añadiré, a lo dicho en esta página, que el comentario de un lector me ha hecho pensar en un curioso símbolo ya conocido por mí con anterioridad, pero que por una extraña circunstancia, no relacioné con la llamada "rodilla de Hércules", a pesar de su extraordinario parecido con esta última.
El trisquel es un género de esvástika, muy común en Europa (especialmente en zonas de influencia céltica)
Trisquel en Cambridge (Inglaterra).
Trisquel en el Parque Güell de Barcelona.
Por lo visto trisquel deriva del griego trisquelos (tres piernas). Este símbolo une en un centro (el centro de rotación) tres espirales, tres piernas, o tres vírgulas. Sea como sea, continúa siendo una figura en forma esvástika, puesto que ésta representa un movimiento rotatorio, de dos o más comas (o vírgulas, o gammas), en torno a un punto central. Así pues, la esvástika se puede componer de dos vírgulas, como hemos visto más arriba:
Trisquel con esvástikas de dos vírgulas rotando alrededor de un punto excéntrico. Véase más abajo.
De tres vírgulas:
Esvástika de tres vírgulas, más conocida como trisquel.
O de cuatro vírgulas:
Laburu vasco, también conocido como "cruz de vírgulas".
Pero en el caso del geoglifo de Kazajastán (véase más arriba), a diferencia de las esvástikas convencionales, el centro de rotación del conjunto es un punto ajeno a cada una de las esvástikas de dos vírgulas. Ello indica que todas ellas (que en sí mismas representan lo mismo: reotación en torno a un punto) orbitan alrededor de un punto central. Si suponemos -como creo que es el caso- que la esvástika supone el movimiento aparente de la "rodilla de Hércules", hace 12.000 años, en torno al polo celeste del momento, el geoglifo de Kazajastán, con un centro excéntrico a dicho "polo celeste" (visto desde la superficie terrestre), permite pensar que quienes lo construyeron creían que la Tierra no es el centro del Universo, y que ésta orbita alrededor de un punto que sí sería el auténtico centro, lo cual da idea de unos conocimientos científicos y astronómicos (a los que aludí en mi artículo Visión del cosmos en la Antigüedad) que se suponen imposibles en esos tiempos.
Pero en definitiva, una de las formas del trisquel es la trinacria, elemento simbólico específico de dos lugares: la isla de Sicilia, y la isla de Man. Nótese la similitud de éstas con la llamada "rodilla de Hércules" de la que hablé anteriormente:
Trinacria en Sicilia (centro) y en la isla de Man (derecha). Compárese con la "rodilla de Hércules" (izquierda).
Aquí vemos, sin lugar a dudas, la "rodilla de Hércules". Tanto en su expresión siciliana, como en la británica, incluye las tres estrellas distintivas de esta formación estelar. En la trinacria de Man la estrella del talón (iota Hércules) es claramente resaltada, pero también la de la rodilla (theta Hércules) y la de la pelvis (pi Hércules). Lo mismo sucede en la trinacria de Sicilia. En la trinacria de la isla de Man vemos claramente cómo el talón (iota Hércules) es el centro de rotación. Sea como sea, estos dos simbolos, que se conservan desde el origen de los tiempos, representarían un conjunto estelar: la "rodilla de Hércules. ¿Cuál sino?
Más esvástikas
Diego Méndez, lector y estudioso, me ha enviado un completo estudio de las esvástikas en el mundo, a lo largo y ancho del tiempo y del espacio. He seleccionado dos láminas. La primera demostraría su enorme antigüedad, que se remonta al menos al 10000 aC., cuando iota Hércules era la "estrella polar" del momento. No he realizado un estudio en profundidad de estos signos:
Esvástikas en los Balcanes y en Armenia
La segunda demuestra su extensión a lo largo y ancho del mundo. Nótese que en Arizona (Estados Unidos) las esvástikas pueden estar acompañadas de laberintos:
Esvástikas en América. Pueden estar acompañadas de laberintos.
Para leer el artículo entero:
Temas de Historia Oculta (2). Las doctrinas prohibidas
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